martes, 24 de enero de 2012

EL EQUILIBRIO EN LA PAREJA
Bert Hellinger


Hay un movimiento de vida que está dirigido entre el dar y el tomar. Lo vivenciamos a diario. Si alguien nos obsequia algo tenemos la necesidad de regresarle algo y si le damos algo nos sentimos libres de responsabilidad y también libres de culpa. Si alguien nos ha dado algo nos sentimos en una relación de culpa, no es una culpa grave, sólo necesitamos darle algo y de inmediato nos volvemos a sentir inocentes.
Esta inocencia y culpa están al servicio de la vida, toda vida al inicio es tomada (…). Toda relación vive también de esto: de dar y tomar. Cuando más tomamos, más damos, y tanto más rica y profunda experimentamos esa relación. Ahora bien, si recibimos algo y regresamos algo en la misma medida se termina la relación porque ya no hay culpa. Las relaciones florecen cuando recibimos y, al regresar, damos un poco más. Entonces el otro se siente comprometido, y nosotros recibimos y nos volvemos a sentir comprometidos, y así va incrementándose y la relación crece en este dar y tomar. Esto determina la calidad de la relación. El dar y tomar simultáneamente une una relación y ésta perdura. Hay quien comenta de una relación: por lo pronto, doy un poquito. ¿Cómo sería a partir de eso una relación? Sería muy pequeña. De ahí se establece que la unión y la felicidad serían pequeñas. ¿Qué tipo de libertad es ésa? Es una libertad vacía, no hay nada. Si esta pareja decide casarse, eso es mucho y eso es lo que une, eso es lo que liga a la pareja. Esto suena muy bonito y también lo podemos comprender todos los presentes y todos tenemos una linda experiencia, de otro modo no estaríamos aquí.
En esta compensación también se da la situación particular de que no es posible en algunos casos la compensación del dar. Ante todo frente a nuestros padres. Ellos dan tanto que no podemos compensarlo, entonces, la compensación se ocurre de otro modo, tomamos todo de nuestros padres y nosotros decimos: “al servicio de la vida lo transmitiremos también.” Es una forma de compensar. Algunos no saben que se puede compensar así, entonces, sienten que están en deuda con ellos y eso puede ser muy difícil de soportar. Una reacción muy común es decir: “mejor no tomo nada de mis padres para no sentirme culpable”. Y otra forma de esto son los reproches. El reclamo significa en verdad: “me desvío y no agradezco”. Pero con esto la persona se hace libre y al mismo tiempo pobre. Yo fui maestro y sé que los alumnos pueden poner atención siete minutos y creo que hablé diez y unos ya están cerrando los ojos, entonces sé que tiene que terminar.
Público: Noooooooo
Bueno, soy un maestro viejo, así es que también puedo atraer su atención. Ahora hablé de la culpa al servicio de la vida, es decir, de la compensación entre dar y tomar. ¿Qué sucede si alguien me ha hecho daño? También siento necesidad de compensar, estoy pensando en la venganza, le quiero causar daño.
¿Conocen este sentimiento? Todas las guerras se dan por este sentimiento de compensar y de ahí hay que considerar algo que es una de mis comprensiones y lo escribí  en el libro “Después del conflicto la paz” que en alemán se llama “La gran guerra”. Fue muy extraño cómo escribí este libro. Sophie una mañana tuvo un sueño en el que yo estaba escribiendo acerca de los grandes conflictos y en el sueño estaba la tapa del libro. Pero le dije que yo no tenía ningún interés en escribir nada sobre eso, pero a las pocas semanas lo escribí y no sólo eso, lo terminé muy rápido, entonces reflexioné.
¿Cómo evoluciona una sociedad? Primero se trata de un grupo de origen, así es como al inicio los seres humanos vivían: en pequeños grupos. Todos se sentían amenazados. Unos sentían miedo de ser aniquilados por los demás grupos y tomaron medidas de precaución y decidieron comenzar a aniquilar a los otros, esto es un instinto primario de supervivencia pero eso a nosotros no nos hace nada (…) Nadie estaría seguro.
Imagínense que mañana ya no hubiera policías en la ciudad de México. Nadie se sentiría seguro ante otros. Seguro ante este instinto de aniquilar que es un instinto primario y ahí es donde el origen acaba. Por ejemplo en Irak después del conflicto con Estados Unidos, y después de la guerra, los saqueos, ya no había orden.
Ejemplo:
En una pareja feliz él se olvidó de felicitar a la mujer por su cumpleaños y ella se quiere desquitar o se quiere vengar, pero ¿cómo? ¿en qué forma? Es común que este instinto de aniquilamiento domine —porque es muy común también en las grandes guerras— sólo por pequeñeces. Por ejemplo, el príncipe heredero austríaco fue asesinado terriblemente. Alguien se ocupó de buscar al asesino y esto originó la Primera Guerra Mundial con millones de muertos.
En la Segunda Guerra Mundial, Alemania se sintió injustamente tratada y éste es el instinto de aniquilamiento.
Hoy doy una de mis comprensiones, ese sentimiento o necesidad irresistible no es suficiente para que la mujer perdone al marido. No, sí se tiene que vengar, porque es lo que está esperando el marido, pero la venganza siempre es un poco menor. Por ejemplo, dejar quemar la comida, entonces cuándo el marido la mira ella dice: “se me pasó por estar pensando en mi cumpleaños”. Entonces el marido se siente aliviado y puede continuar la relación.

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