Fotos del taller de Comunicación No Violenta en Aguascalientes
martes, 26 de junio de 2012
viernes, 22 de junio de 2012
martes, 19 de junio de 2012
La felicidad
LA FELICIDAD
Terapeuta María
Ángela González
Existen algunas ideas extrañas acerca de la felicidad.
Por ejemplo las que le atribuyen una naturaleza huidiza y el comportamiento de
una presa de caza. Quien concibe así la felicidad suele verse en la obligación
de “atraparla” emprendiendo agotadoras persecuciones. El éxito dependería en
algo de la suerte y en mucho de la inteligencia y la pericia de cada persona. Y
aunque le fuera en verdad posible hacerse con algo de felicidad de esta manera,
aún quedaría por resolver la espinosa cuestión de cómo retenerla.
También es frecuente la noción de que la
felicidad se manifiesta a lo largo de la vida siempre de una misma y única
manera, acompañada por ejemplo de algún grado especial de excitación emocional
o de sensaciones físicas tales como sentir mariposas en el estómago.
Mirar la felicidad a través del lente de
este tipo de nociones, no sólo producen la urgencia apremiante de obtener para
sí mismo —en competencia con otros— una buena tajada de felicidad en el coto de
caza. También genera la ilusión de que los períodos de ausencia de felicidad
son defectuosos, imperfectos e indeseables y se levanta una fuerza interna que
los resiste y los niega. Que los rechaza tanto por la incomodidad o el dolor
que puedan traer consigo, como por ser interpretados como evidencia de la
propia ineptitud, como un signo de fracaso.
En cierto sentido, estas ideas se refuerzan
y convalidan en la experiencia de esa porción de felicidad que en verdad se
asocia al logro personal. A los frutos inesperados de nuestro esfuerzo y dedicación.
Al éxito de nuestros seres queridos. Al bienestar de los grupos o comunidades a
los que estamos ligados por amor y destino. A las metas finalmente alcanzadas,
e incluso al desempeño de la actividad sencilla y cotidiana de nuestras tareas
y labores más comunes.
Pero la felicidad también tiene otra
variedad de matices, quizás se trate de los más profundos y fundamentales para
nosotros, los que incluyen la plenitud, la paz interna, la armonía, el
equilibrio y todo aquello que nos permite fluir en libertad, en concordancia
con las fuerzas creativas de la vida. La capacidad para experimentar y contener
la felicidad se nos otorgó con la vida misma. No está en nuestra voluntad o
poder rechazar o atraer esta capacidad hacia nosotros. No tenemos que apuntarnos
a ninguna escuela para obtener esta particular capacidad. Nos ha sido dada. Y
sin embargo, tomar la felicidad y la plenitud cuando vienen y despedirnos de
ellas cuando se van es desde la visión de Bert Hellinger un logro del alma. Y
como la mayoría de los logros vinculados directamente al alma, éste requiere de
sabiduría y de valor. Valor para dejar atrás aquello que en nosotros se opone a
la plenitud. Y sabiduría para desechar las nociones que nos hacen difícil o
impiden la exploración real y directa de la naturaleza de la felicidad.
La naturaleza de la felicidad es
acompañarnos y dejarnos una y otra vez. Con su permanencia nos cobija, nos
deleita, nos enseña, nos expande, nos da descanso. Con su partida nos impulsa
poderosamente a regiones nuevas. Nos transforma nos prepara para una nueva
inclusión. En cierto sentido y en algunos de sus aspectos fundamentales, la
felicidad está encadenada a nuestra necesidad y crecimiento. Así, dice Bert
Hellinger, mientras nos desarrollábamos en el vientre de nuestra madre
conocimos una felicidad y una plenitud que al cabo de un tiempo desapareció en
concordancia con nuestro próximo nacimiento. Luego, si todo fue bien, fuimos
atendidos por brazos amorosos y en ellos nos sentimos felices hasta que dejamos
de serlo porque necesitamos explorar en independencia, alejarnos. Cada etapa de
nuestra vida tiene su propia plenitud, y en ella la felicidad tiene una
presencia particular. En realidad nuestra experiencia contradice la noción de
que la felicidad es “siempre” de una misma o única manera.
Tras reconocernos, junto con todos,
igualmente aptos para la experiencia de la felicidad y ver que la felicidad es
una especie de huésped que va y viene de toda vida, podemos indagar si dentro
de nosotros trabajan algunas fuerzas en oposición a ella y a la plenitud, a
nuestro crecimiento, a la armonía y la paz. Los pensamientos repetitivos y las
frases dañinas que actúan secretamente en nosotros, generadas quizá a partir de
experiencias de nuestro pasado o del pasado del alma de nuestras familias,
suelen ser el origen de las dificultades en el camino hacia la plenitud.
Incluso nos pueden hacer vivir la felicidad como algo tan amenazante o
peligroso como si con ella atentáramos contra un tabú. Pero aún en las
situaciones de mayor conflicto interno, el impulso por sanar y crecer no nos
abandona, está vivo y presente. Podría decirse que la felicidad es fiel y
paciente. Nos aguarda a la vuelta de cada dificultad y nos asiste veladamente
en medio del conflicto.
Desde la visión Sistémica y Transgeneracional
decir “sí” a la necesidad de sanar aquello que nos impida crecer, aquello que
nos haga sentir indignos o culpables ante la posibilidad de ser felices,
aquello que nos aleja de la plenitud de la vida manteniéndonos entre límites
estrechos, es atender al golpeteo de la felicidad sobre la puerta de nuestro
corazón.
27de Junio. Sesión 1: “La felicidad como imageninterna”
27de Junio. Sesión 1: “La felicidad como imageninterna”
03 de Julio. Sesión 2: “Heridas que impiden la plenitud”
11
de Julio: Sesión 3: “Autoestima & Vocación”
18 deJulio: Sesión 4: "La felicidad en Pareja"
Inversión
personal de forma adelantada $ 1600
Inversión
por pareja de forma adelantada $ 2400
Inversión personal pagando por sesión $ 800
Inversión personal pagando por sesión $ 800
Más información en:
lunes, 4 de junio de 2012
¿Qué son las constelaciones familiares?
En la actualidad, al
hablar de “Constelaciones Familiares” se hace referencia tanto a un proceso de
intervención terapéutica como a la corriente que, a partir de la década de los
80, desarrolla el terapeuta y filósofo alemán Bert Hellinger.
Las Constelaciones
Familiares hacen parte de la terapia sistémica, que ve a la persona y su
problemática inmersas en una vasta red de relaciones y vínculos fundamentales.
No la mira de manera aislada. Esta red no sólo incluye a los padres y hermanos,
sino también a los miembros de generaciones anteriores así como a toda persona
que favoreció o causó dañó al sistema familiar. Por esto, a través de las Constelaciones
Familiares se buscan en el alma de la familia las claves que faciliten el acceso
a la solución. Por ejemplo, podríamos encontrar que una dificultad para abrazar
la plenitud o el éxito, un problema de pareja, o un sentimiento de soledad o miedo
que no tengan relación aparente con lo que se vive en el presente, tienen su origen
en eventos, enfermedades o sentimientos que fueron experimentados por personas
que vivieron muchos años atrás y que quizás ni siquiera conocimos.
Cuando él o la
consultante hace una constelación obtiene una imagen del estado de los vínculos
y de las dinámicas ocultas a través de las cuales perdemos la salud, la
tranquilidad, la paz o la plenitud.
¿Por
qué el nombre, tienen que ver con las estrellas?
El nombre original en
alemán de las Constelaciones Familiares es “Familienaufstellung” o “colocación de la familia”. Es en su
traducción al inglés, al español y a otros idiomas que se les da el nombre de
“Constelaciones familiares”. Precisamente porque cada miembro de la familia, al
estar en relación con otros, forma parte de una
particular e irrepetible comunidad de destino. Con características y particularidades
únicas. Esto guarda cierta similitud con una “constelación estelar”.
Las constelaciones
estelares son agrupaciones de estrellas que ocupan en el cielo posiciones
de aparente cercanía. Los astrónomos de la antigüedad vincularon estos
grupos de estrellas cercanas a través de líneas imaginarias para
tener una imagen reconocible que hiciera fácil su localización y
reconocimiento en el cielo nocturno.
¿Cómo
son las constelaciones?
En realidad, el
desarrollo de una constelación es sencillo. Durante el taller, el consultante
presenta el tema que quiere constelar y la facilitadora o consteladora pide a
la persona que escoja entre los presentes a quien represente a ciertos miembros
de la familia. El o la consultante los acomoda en el espacio en el que se
llevará a cabo la constelación considerando la relación que tienen entre sí los
miembros de la familia.
Una vez hecho esto, los
representantes se mueven libremente y, cuando el terapeuta les pregunte, dirán
cuáles son las sensaciones corporales y los sentimientos que están
experimentando. Así se hacen evidentes las dinámicas ocultas que mueven el
sistema y llevan a la persona a ubicarse de una determinada manera en la vida.
Pero resulta muy difícil de describir el profundo proceso sanador que se despliega
a partir de ese sencillo acomodo inicial que realizó el o la consultante. La dificultad
de transmitir esto a través de una descripción es similar a la que encontraríamos
al querer describir el particular sabor de la miel a quien nunca ha conocido el
sabor dulce. Lo recomendable es participar de un taller para dar testimonio de
los procesos.
¿Cómo
es que funciona una constelación?
La constelación actúa
en el alma de la familia y en el alma de quien consulta. Es ahí donde se llega
a una solución que contemple el bienestar de todos los miembros de la familia.
Una solución que muchas veces pasa por honrar nuestros vínculos con los padres
hermanos y ancestros. Pero también pasa por el reconocimiento del lugar único e irrepetible que ocupamos en la
familia y por asentir a nuestro destino y a nuestra vida tal y como es.
¿La
gente actúa? ¿Cómo escojo a un “buen” representante?
No hay posibilidad de
error a la hora de escoger a los representantes. No tienen que tener habilidades
especiales. Cualquier persona tiene lo necesario para percibir y reportar las
sensaciones que experimenta en relación con los demás representantes.
Es muy asombroso ver
cómo la persona que constela reconoce las actitudes de su familiar en lo que
reportan los representantes, a pesar de que el representante no conoce a quien
está representando. No se trata pues de una actuación. Sino de una percepción
que surge del lugar en el que se nos coloca.
¿Cómo
me sirve para el problema?
Las constelaciones como
todo método terapéutico no puede decirse que sirva a todos ni para todos los
posibles temas humanos. Sin embargo, es muy amplio el espectro de
problemáticas, enfermedades y asuntos que pueden atenderse a través de esta terapia.
Desde asuntos relacionados con las dificultades que estemos viviendo en la pareja,
con la familia de origen o en el ámbito de lo laboral o la salud, hasta los obstáculos
que encontramos en nuestro crecimiento o la repetición de enfermedades, tragedias,
o patrones de comportamiento que viajan de una generación a la siguiente. O
incluso para encontrar nuestra vocación o poner orden en la empresa o en la familia.
A través de la
constelación pueden desanudarse los enredos de nuestro sistema familiar dejando
que el amor fluya con libertad y recuperemos la fortaleza que estaba detenida
en el conflicto.
¿Quién
las desarrolló?
Las constelaciones
familiares fueron desarrolladas por el terapeuta y filósofo alemán Bert
Hellinger, quien nació en el primer cuarto del siglo XX y fue miembro de una orden misionera
católica en la cual sirvió durante 16 años en África, entre los Zulú. Más tarde
estudió el psicoanálisis, Dinámica de Grupos, Terapia Primal, Análisis Transaccional
y diversos métodos de Hipnoterapia. Finalmente, desarrolló una nueva terapia
sistémica y transgeneracional que hoy llamamos Constelaciones Familiares, que
son reconocidas y respetadas en todo el mundo y son aplicadas a muy diversos campos,
no sólo a la psicoterapia. Ha probado ser un método útil en el campo de la medicina,
la pedagogía, el nivel empresarial y otros muchos.
La
terapia transgeneracional, ¿es la misma que la sistémica?
Sí. Se llama terapia
sistémica y transgeneracional al enfoque terapéutico que mira a la persona y su problemática inmersas en una vasta red
de relaciones y vínculos fundamentales. No se la trata de manera aislada. Esta red no sólo
incluye a los padres y hermanos, sino a los miembros de generaciones
anteriores.
Si
quiero trabajar con constelaciones familiares ¿es necesario haber hecho antes alguna otra
terapia?
En el Centro de Salud
Sistémica se aborda al consultante sin necesidad de que éste haya realizado una
terapia anteriormente. Nuestro enfoque terapéutico lo mira a usted como parte
de una red de vínculos que influyen en su salud o en su enfermedad. Esto implica
en muchos casos atender varios temas a lo largo de un proceso al que las terapeutas del Centro de Salud Sistémica
pueden dar continuidad si el consultante así lo deseara.
¿Cómo
puedo saber cuál es el tema fundamental o el más importante a tratar en la
constelación?
Antes de realizar un
trabajo de constelación, es altamente recomendable tener una cita privada con
la terapeuta de manera que se esclarezca el tema prioritario y la forma de
abordar dicho tema personal.
¿Por
qué dicen que es más rápido que ir con el psicólogo?
Las Constelaciones
Familiares, al ir directamente a las dinámicas ocultas que operan en el alma de
la familia, muestran en muchos casos efectos inmediatos que señalan que la
persona está caminando por sí misma hacia la solución.
¿Se
puede hacer una Constelación privada o es siempre en público?
Las constelaciones
familiares pueden hacerse en un taller, con un grupo de personas o bien en
consulta privada. En este último caso, la terapeuta se servirá de figuras, huellas
o imágenes internas para llevar adelante la constelación con su consultante.
¿Cuál
es la edad conveniente para constelar?
La consulta para
constelación es recomendada a partir de los 14 años en adelante. Sin embargo,
los problemas o dificultades que muestren los niños como por ejemplo: déficit
de atención, violencia, acoso escolar, bajo rendimiento, enfermedades frecuentes, enojo, etc. pueden
ser trabajadas a través de una constelación que haga los padres, o el padre o
la madre, del niño o la niña.
¿Tiene
que venir toda mi familia?
No. Sin embargo, para
que se cuente con los recursos necesarios para llevar adelante un taller de
Constelaciones se solicita al consultante o la consultante que asista a su constelación
acompañados de dos personas de su confianza que pueden o no ser de la familia.
Sólo así se contará con los recursos necesarios para realizar una constelación.
¿Cuántas
veces puedo constelar? ¿Con qué frecuencia?
La frecuencia la
determinará el terapeuta según el caso. Sin embargo no es recomendable hacer
una segunda constelación antes de los 3 meses de realizada la primera. Excepto
que la terapeuta sugiera otra cosa según sea el caso.
Si
quiero trabajar la relación con alguien muerto, ¿se puede?
Sí. Pueden mirarse
hacia la relación con todos los que forman parte de nuestro sistema familiar,
sea que vivan o hayan pasado de este mundo.
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