Por la Terapeuta Edlin Ortíz Graham
Hay muchos tipos de ira y diversos son sus orígenes. Cuando alguien me ataca o comete una injusticia reacciono con rabia e ira. Esta ira es saludable porque me permite defenderme. Pero también la ira puede ser una pesada carga que se apodera de nuestra alma, interponiéndose entre nosotros y los que amamos; impidiéndonos la salud emocional. También a veces nos relacionamos con la ira de otros colocándonos, ciegamente, como sus víctimas.
Los nuevos recursos sistémicos que aportó el terapeuta alemán Bert Hellinger, hacen posible descubrir el origen inconciente de la ira para quedar libres para siempre de esta pesada carga.
En una separación, la ira frecuentemente sustituye el dolor y la tristeza. Así mismo esta ira puede expresarse como dolor interminable después de una separación, cuando aún les debo a los muertos o separados el dar las gracias o, como sería el caso en la tercera forma de la ira, el asumir mi propia culpa y sus consecuencias.
Algunos sienten una rabia que adoptan de manera totalmente ciega, de otros y en lugar de estos. Resuenan, en lo profundo, con energías de otros miembros del alma familiar que en muchos casos vivieron generaciones atrás y tuvieron destinos trágicos que no encontraron un lugar digno en su sistema, que no fueron honrados, que no fueron mirados.
Muchas veces la ira no sólo es transferida de un portador a otro, por ejemplo, de la madre al hijo, sino también se transfiere en su orientación, de una persona fuerte a una débil. En un caso así, una hija no dirige contra el padre la ira adoptada de su madre, sino contra alguien con el que se siente capaz de enfrentarse, por ejemplo, su propio marido.
Estos son algunos ejemplos de las dinámicas inconcientes de la ira en las que inadvertidamente quedamos atrapados pensando con frecuencia que es nuestro propio carácter o nuestra forma de enfrentar la vida la causa de nuestra relación con la ira.
Los nuevos recursos sistémicos que aportó el terapeuta alemán Bert Hellinger, hacen posible descubrir el origen inconciente de la ira para quedar libres para siempre de esta pesada carga.
En una separación, la ira frecuentemente sustituye el dolor y la tristeza. Así mismo esta ira puede expresarse como dolor interminable después de una separación, cuando aún les debo a los muertos o separados el dar las gracias o, como sería el caso en la tercera forma de la ira, el asumir mi propia culpa y sus consecuencias.
Algunos sienten una rabia que adoptan de manera totalmente ciega, de otros y en lugar de estos. Resuenan, en lo profundo, con energías de otros miembros del alma familiar que en muchos casos vivieron generaciones atrás y tuvieron destinos trágicos que no encontraron un lugar digno en su sistema, que no fueron honrados, que no fueron mirados.
Muchas veces la ira no sólo es transferida de un portador a otro, por ejemplo, de la madre al hijo, sino también se transfiere en su orientación, de una persona fuerte a una débil. En un caso así, una hija no dirige contra el padre la ira adoptada de su madre, sino contra alguien con el que se siente capaz de enfrentarse, por ejemplo, su propio marido.
Estos son algunos ejemplos de las dinámicas inconcientes de la ira en las que inadvertidamente quedamos atrapados pensando con frecuencia que es nuestro propio carácter o nuestra forma de enfrentar la vida la causa de nuestra relación con la ira.
El recurso que nos ha legado la metodología de las constelaciones familiares nos permite acceder al alma familiar para buscar en ella una solución. El campo morfogenético, o el alma familiar, susurra una historia que los oídos biológicos no pueden oír; mira hacia donde los ojos físicos no pueden ver y resuena con destinos que la memoria ha perdido pero siente y toca como propios. Este trabajo terapéutico no está afocado en el ‘manejo’ de la ira’ sino en la oportunidad de reconocer la raíz al encontrar una solución que emerge del propio campo familiar. La solución que de la fuerza del alma familiar emerge a través de la oportunidad que le ofrece la terapia de constelaciones, disuelve un patrón que se repite y permite que el movimiento del amor fluya nuevamente como el agua, integrando a quienes faltan y uniendo lo que ha permanecido separado a veces por demasiado tiempo.
Sean bienvenidos a este Taller diseñado para que cada participante tenga la oportunidad de explorar el origen sistémico y transgeneracional de las dinámicas inconcientes de la ira.
Más información en:
http://web.me.com/edlinortizgraham/Salud_Sistémica/Curso-Taller__LIBRE_DE_IRA.html
Sean bienvenidos a este Taller diseñado para que cada participante tenga la oportunidad de explorar el origen sistémico y transgeneracional de las dinámicas inconcientes de la ira.
Más información en:
http://web.me.com/edlinortizgraham/Salud_Sistémica/Curso-Taller__LIBRE_DE_IRA.html
No hay comentarios:
Publicar un comentario